martes, abril 03, 2012

CAPÍTULO 2

EVERYTHING BECOMES THE SAME.


(Narra Bryan)

Llegué a casa y abrí la puerta. Subí las escaleras corriendo y me dirigí a la habitación de Mel. Piqué a la puerta para saber si estaba dentro.
-¿Mel estás ahí?-pregunté.
-Sí... Pasa.-me respondió con un hilo de voz.
Abrí la puerta cuidadosamente y entré dentro. Melody estaba tumbada en su cama, llorando. Me acerqué a ella y le sequé las lágrimas con mi pulgar.
-Mel... No estés mal por ese niñato. Ya le he dado su merecido.
Levantó su cabeza y me miró sorprendida.
-¿Qué le has hecho?-me preguntó.
-Darle lo que se merecía. Tranquila, no volverá a molestarte más. Ya le dejé claro que no se acercara más a ti, si no quería problemas.
-Gracias Bryan, pero no hacía falta, de verdad. Yo sólo quería dejarle. No quería seguir sufriendo por él.
-Si que hacía falta Mel. Y has hecho bien, pero tenías que haberle dejado hace tiempo, cuando te enteraste que te engañaba, no ahora.-le dije serio.
-Tienes razón, pero no veía el momento adecuado para dejarle. Gracias por apoyarme Bryan, eres el mejor.-me respondió con una sonrisa mientras me abrazaba.

(Narra Melody)

Gracias a Bryan me sentía mejor. Sabía que hacía lo correcto dejando a Adam.
¿El por qué? pues porque me había hecho mucho daño, y yo intentaba aparentar que no me importaba, pero dos personas sabían como en realidad me sentía. Mi hermano y mi mejor amiga, dos personas que no las cambiaría por nada en el mundo.
Bryan y yo estuvimos hablando un rato, hasta que nuestra madre subió a mi habitación y nos dijo que bajáramos a comer. Bajamos y cogimos cada uno su respectivo plato. No tenía mucha hambre, pero no me iba a negar comer los macarrones que hacía mi madre.
Cuando acabé de comer, dejé el plato en el fregadero y subí las escaleras para ir a mi habitación. Cogí mi portátil y me tumbé en la cama. Lo encendí y me metí a Skype para hablar con mi mejor amiga, April. Tenía que contarle lo que pasó esta mañana, sino explotaría, y eso que siempre guardaba mis hechos y mis sentimientos para mí misma. Vi que estaba conectada, -como siempre-pensé. Comencé una videollamada.
    * Llamando a April Ackles … PIP PIP. PIP PIP. *

    April llevaba una blusa azul con unos pantalones cortos. Tenía el pelo recogido y las gafas de sol puestas. Y de fondo, se oía su música, como de costumbre.
-¡April!-grité-Te he echado de menos.
-Hola enana.-me respondió sonriendo-Yo también.
-¡Ya empezamos! Te recuerdo que dentro de 2 semanas cumplo 16 años, lista.
-Ya lo sé cariño, ya lo sé. ¿Tienes pensando en hacer alguna fiesta o algo?
-No. Ya sabes que a mí esas cosas no me van. Sólo con que me digan “Feliz Cumpleaños”, tengo bastante.
-Que sosa. En fin, ¿qué te cuentas?-me preguntó.
-Pues... Que lo he dejado con Adam.-respondí de un tirón.
-¿Cómo?-me dijo boquiabierta.
-Pues eso.-dije encogiéndome de hombros.
Cuando reaccionó debido a lo que le acababa de decir, me preguntó si quería dar una vuelta por el Centro Comercial para que le contara todo con detalle e ir de compras, a lo que le respondí que sí.
Apagué el portátil y me levanté de la cama, me cambié de ropa (Ropa) y salí de casa.
Fui a la parada de autobús ya que el Centro Comercial me pillaba lejos, me subí y esperé hasta llegar a mi destino. Cuando bajé del autobús, entré en el Centro Comercial y esperé en la cafetería dónde quedábamos siempre April y yo.
La esperé 5 minutos hasta que vi que se acercaba a mí.
-Tú y tu puntualidad, cariño.-le dije mientras le besaba la mejilla.
-Perdona. Estaba discutiendo con mi hermano, no me quería prestar su moto.
-Como no... Bueno va, siéntate. ¿Lo de siempre?-le pregunté.
Ella asintió con la cabeza con una sonrisa y llamé al camarero.
-¿Qué quieren tomar señoritas?-nos preguntó con una sonrisa.
-Un granizado de limón y otro de sandía por favor.-respondí.
-De acuerdo.
Dicho esto el camarero entró dentro de la cafetería y volvió con nuestros granizados en la bandeja que sostenía con una mano.
-Aquí tienen. Que disfruten.-Le sonreímos y éste se alejó de nosotras.
Le expliqué lo ocurrido de esta mañana a April mientras bebíamos nuestros granizados.
-¿Y qué piensas hacer ahora?-me preguntó cuando acabé de explicarle.
-No sé tía. Aunque aún sienta algo por él, quiero rehacer mi vida.
-Búscate otro chico. Así lo olvidarás enseguida, verás.-me respondió mientras le daba un sorbo a su granizado de limón.
-Claro April. Tú y tus consejos. No quiero enamorarme más. Los chicos sólo me hacen pasarlo mal.
-¿Y qué quieres, estar toda tu vida soltera?
-No... Mira déjalo. Ya hablaremos de esto más tarde. ¿No querías ir de compras? Pues levanta el culo, guapa.
Me miró con cara desafiante y entré en la cafetería mientras ella me esperaba fuera. Pagué los granizados y salí de allí.
-Bueno, ¿y tú para qué quieres comprar más ropa si tienes el armario a punto de explotar?-le pregunté.
-Mierda. ¿No te he dicho que me voy de viaje este verano?
-¿De viaje?-pregunté extrañada.
-Sí. Mi padre tiene que ir a un viaje de negocios y me preguntó si quería ir con él. No sé donde vamos, pero mientras pasemos este verano fuera, no me importa.
-¿En serio? Espero que te lo pases bien-dije mientras sonreía.
-Gracias.-me respondió.
-¿Por dónde empezamos?-pregunté mirando a mi alrededor.
Bershka!-gritó mientras daba un salto.







No hay comentarios:

Publicar un comentario