(Narra Bryan)
Llegué a casa y
abrí la puerta. Subí las escaleras corriendo y me dirigí a la
habitación de Mel. Piqué a la puerta para saber si estaba dentro.
-¿Mel estás
ahí?-pregunté.
-Sí... Pasa.-me
respondió con un hilo de voz.
Abrí la puerta
cuidadosamente y entré dentro. Melody estaba tumbada en su cama,
llorando. Me acerqué a ella y le sequé las lágrimas con mi pulgar.
-Mel... No estés
mal por ese niñato. Ya le he dado su merecido.
Levantó su cabeza
y me miró sorprendida.
-¿Qué le has
hecho?-me preguntó.
-Darle lo que se
merecía. Tranquila, no volverá a molestarte más. Ya le dejé claro
que no se acercara más a ti, si no quería problemas.
-Gracias Bryan,
pero no hacía falta, de verdad. Yo sólo quería dejarle. No quería
seguir sufriendo por él.
-Si que hacía
falta Mel. Y has hecho bien, pero tenías que haberle dejado hace
tiempo, cuando te enteraste que te engañaba, no ahora.-le dije
serio.
-Tienes razón,
pero no veía el momento adecuado para dejarle. Gracias por apoyarme
Bryan, eres el mejor.-me respondió con una sonrisa mientras me
abrazaba.
(Narra Melody)
Gracias a Bryan me
sentía mejor. Sabía que hacía lo correcto dejando a Adam.
¿El por qué? pues
porque me había hecho mucho daño, y yo intentaba aparentar que no
me importaba, pero dos personas sabían como en realidad me sentía.
Mi hermano y mi mejor amiga, dos personas que no las cambiaría por
nada en el mundo.
Bryan y yo
estuvimos hablando un rato, hasta que nuestra madre subió a mi
habitación y nos dijo que bajáramos a comer. Bajamos y cogimos cada
uno su respectivo plato. No tenía mucha hambre, pero no me iba a
negar comer los macarrones que hacía mi madre.
Cuando acabé de
comer, dejé el plato en el fregadero y subí las escaleras para ir a
mi habitación. Cogí mi portátil y me tumbé en la cama. Lo encendí
y me metí a Skype para hablar con mi mejor amiga, April. Tenía que
contarle lo que pasó esta mañana, sino explotaría, y eso que
siempre guardaba mis hechos y mis sentimientos para mí misma. Vi que
estaba conectada, -como siempre-pensé. Comencé una videollamada.
* Llamando a April
Ackles … PIP PIP. PIP PIP. *
April llevaba una
blusa azul con unos pantalones cortos. Tenía el pelo recogido y las
gafas de sol puestas. Y de fondo, se oía su música, como de costumbre.
-¡April!-grité-Te
he echado de menos.
-Hola enana.-me
respondió sonriendo-Yo también.
-¡Ya empezamos! Te
recuerdo que dentro de 2 semanas cumplo 16 años, lista.
-Ya lo sé cariño,
ya lo sé. ¿Tienes pensando en hacer alguna fiesta o algo?
-No. Ya sabes que a
mí esas cosas no me van. Sólo con que me digan “Feliz
Cumpleaños”, tengo bastante.
-Que sosa. En fin,
¿qué te cuentas?-me preguntó.
-Pues... Que lo he
dejado con Adam.-respondí de un tirón.
-¿Cómo?-me dijo
boquiabierta.
-Pues eso.-dije
encogiéndome de hombros.
Cuando reaccionó
debido a lo que le acababa de decir, me preguntó si quería dar una
vuelta por el Centro Comercial para que le contara todo con detalle e
ir de compras, a lo que le respondí que sí.
Fui
a la parada de autobús ya que el Centro Comercial me pillaba lejos,
me subí y esperé hasta llegar a mi destino. Cuando bajé del
autobús, entré en el Centro Comercial y esperé en la cafetería
dónde quedábamos siempre April y yo.
La
esperé 5 minutos hasta que vi que se acercaba a mí.
-Tú
y tu puntualidad, cariño.-le dije mientras le besaba la mejilla.
-Perdona.
Estaba discutiendo con mi hermano, no me quería prestar su moto.
-Como
no... Bueno va, siéntate. ¿Lo de siempre?-le pregunté.
Ella
asintió con la cabeza con una sonrisa y llamé al camarero.
-¿Qué
quieren tomar señoritas?-nos preguntó con una sonrisa.
-Un
granizado de limón y otro de sandía por favor.-respondí.
-De
acuerdo.
Dicho
esto el camarero entró dentro de la cafetería y volvió con
nuestros granizados en la bandeja que sostenía con una mano.
-Aquí
tienen. Que disfruten.-Le sonreímos y éste se alejó de nosotras.
Le
expliqué lo ocurrido de esta mañana a April mientras bebíamos
nuestros granizados.
-¿Y
qué piensas hacer ahora?-me preguntó cuando acabé de explicarle.
-No
sé tía. Aunque aún sienta algo por él, quiero rehacer mi vida.
-Búscate
otro chico. Así lo olvidarás enseguida, verás.-me respondió
mientras le daba un sorbo a su granizado de limón.
-Claro
April. Tú y tus consejos. No quiero enamorarme más. Los chicos sólo
me hacen pasarlo mal.
-¿Y
qué quieres, estar toda tu vida soltera?
-No...
Mira déjalo. Ya hablaremos de esto más tarde. ¿No querías ir de
compras? Pues levanta el culo, guapa.
Me
miró con cara desafiante y entré en la cafetería mientras ella me
esperaba fuera. Pagué los granizados y salí de allí.
-Bueno,
¿y tú para qué quieres comprar más ropa si tienes el armario a
punto de explotar?-le pregunté.
-Mierda.
¿No te he dicho que me voy de viaje este verano?
-¿De
viaje?-pregunté extrañada.
-Sí.
Mi padre tiene que ir a un viaje de negocios y me preguntó si quería
ir con él. No sé donde vamos, pero mientras pasemos este verano
fuera, no me importa.
-¿En
serio? Espero que te lo pases bien-dije mientras sonreía.
-Gracias.-me
respondió.
-¿Por
dónde empezamos?-pregunté mirando a mi alrededor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario